Mi amigo Leonardo

Se llamaba Leonardo Bódalo Gabarrón, y fuimos amigos desde que nos conocimos hasta que falleció. Además, fuimos compañeros de trabajo, desde que yo entré a trabajar en Bazán hasta que se jubiló.

La primera caricatura que le hice, por los años 70.

Ahora el que se ha jubilado he sido yo y, por casualidad (o no, vaya usted a saber) me he  encontrado un sobre añejo entre mis papeles, esos que ya están amarillentos; como cantaba Serrat son aquellas pequeñas cosas, que nos dejó un tiempo de rosas, en un rincón, en un papel o en un cajón…

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¡Come y no seas lambrijo, coñe!

Lambrijo

LAMBRIJO: Persona muy delgada y de poco apetito. La RAE tiene el término lambrija en modo coloquial, y en femenino, para referirse a la persona flaca. Aquí lo tenemos para ambos sexos y, además, lo enriquecemos con inapetente.

ENROBINARSE: Oxidarse, cubrirse de moho. //  Perder la salud. FRITANGA: Frito abundante y con olor penetrante. Su tono suele ser despectivo.

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El callejón de Bretau

El Callejón de Bretau es una calle muy especial de Cartagena, por su casticismo, por ser tan recoleta, por estar en el casco antiguo, con lo que ello conlleva de historia y tradición… y, por supuesto, porque es una calle muy especial para los marrajos. Tan especial que fue el nombre que se dio a una pequeña revista marraja, hecha con mucho esfuerzo y mucha ilusión pero de corta vida.

Revista-El-Callejón-de-Bretau-Diciembre-1990-1

Portada del nº 2

Ya lo decía nuestro filósofo José Ortega y Gasset: “Yo soy yo y mi circunstancia”. Y como las circunstancias mandan mucho a veces, yo, que soy californio de nacimiento y sentimiento, resulta que fui el director de El Callejón de Bretau.

Bueno, era el director y el botones, el fotógrafo y el linotipista, el diseñador y… era casi de todo. Pero en realidad no era el director. El director de verdad era “mi circunstancia”. Y como no me gusta ostentar un cargo que realmente no tengo, lo dejé pronto. Era mucho el tiempo, esfuerzo y servidumbre que aquello requería de mí, y yo necesitaba aquellos recursos para dedicarlos al trabajo remunerado con el que sacar adelante a mi familia. No obstante, fue bonito mientras duró. Y aunque durante un tiempo fui “marrajo-californio” como explicaba en mi pequeño artículo, luego volví a ser californio solamente. Aunque, eso sí, la sangre que me corre por las venas es morada, claro.

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Corre por las venas

El Callejón de Bretau, revista informativa de la agrupación del Santo Enterramiento de Cristo (Marrajos) se publicó a finales de 1990.