El mundo nunca es suficiente. Jugaba el Efesé contra el Rayo Vallecano, entonces entrenado por Pepe Mel. Y con la ayuda de Sagüés Oscoz, el señor de negro (o de amarillo fluorescente, o de naranja mandarina, o de cualquier otro color con que visten ahora los árbitros, colores salidos de las delirantes fantasías de Ágata Ruiz de la Prada), pasaron por encima de nosotros.
Un penalti, tres expulsados, varias tarjetas amarillas… resultado final Rayo 5 – FC Cartagena 1.
Sin embargo, sin embargo… Pepe Mel, al final del partido, todavía tuvo quejas del tratamiento arbitral. Todavía quería más. No tuvo bastante con eso. Por eso hice este fotomontaje. Este hombre habría sido el intérprete ideal para la película de James Bond: El mundo nunca es suficiente.
Para Pepe Mel nada era suficiente