Cartagena es una de las ciudades más «españolistas» que hay, por no decir la que más. No tengo ningún comité fantasma de expertos (como otros) que avale tal afirmación. Sólo las muchas encuestas realizadas, aunque no tengan valor científico, y lo que veo y siento desde que nací, y de eso hace ya muchos años. Demasiados, quizás, dicen mis huesos. Este sentimiento tampoco tiene valor científico, ya lo sé. No hace falta que me manden un factcheker de estos que han creado para torcer los resultados al gusto de los mandamases.
Y al miso tiempo que una de las más «españolistas» es la menos murciana o murcianista que hay. Y tampoco necesito estudios de ninguna universidad para estar convencido de ello.
De otra parte es sabido de todos (aunque algunos no lo aceptarán nunca) que la comunidad de la región de Murcia es la que tiene menos arraigado el sentimiento de tal región. Y no es extraño para un territorio que fue creado a martillazos, de la nada, porque había «café para todos» y se generaban un montón de poltronas con sus correspondientes sueldos.
Hubo que buscar en el baúl de los recuerdos y encontrar algo que justificase una bandera, un escudo, y hasta una historia.
Yo, personalmente, no soy murciano. Bueno, sí, ya sé que en algún sitio, administrativamente, dice que pertenezco a la región de Murcia y, por tanto, soy murciano (je). Pero también lo eran hace años los albaceteños, cuando la región de Murcia la formaban Murcia y Albacete. Ahora, los de Albacete son castellano-manchegos. Los cartageneros, en tiempos, fuimos castellanos, cuando Cartagena era el «portillo de Castilla». Hoy, no. ¿Qué seremos mañana? Chi lo sa…
Pero no hay que fiarlo todo a los sentimientos. También hay motivos históricos, sociales, económicos, (uy, los económicos…) que potencian y justifican ese poco apego al murcianismo. Los datos que siguen corresponden a 2016. Desde entonces han aumentado los motivos, pero con estos son suficientes para hacerse una idea.
Deuda histórica y agravios presupuestarios
El Campo de Cartagena representa el 16% del territorio regional, posee el 26% de la población autonómica y genera el 33% del PIB, pero recibe menos del 8% de las inversiones, según estudios recientes de la UMU y la UPCT.
Desde que se creó la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia, el 74% del presupuesto autonómico se invierte cada año en Murcia capital, siendo el restante 26% repartido entre los demás municipios, entre los que Cartagena recibe entre el 4 y el 8%. Asimismo, la ciudad de Murcia concentra el 48,68% de los equipamientos de la Región.
A esta deuda histórica hay que añadir una serie de agravios consentidos, creados o fomentados por los sucesivos gobiernos regionales, tanto de los del capullo como los de la gaviota ¿o era un charrán?
Administración del capullo y el puño (1982-1995)
- Cierre del Banco de España en Cartagena y traslado de los servicios a Murcia.
- Cierre de la fábrica de cervezas el Águila.
- Cierre de Peñarroya, Fertilizantes, Española del Zinc y la Sierra Minera.
- Cierre de la plaza de toros de Cartagena -la tercera más antigua del país- con el fin de sacar a la luz los restos del anfiteatro romano. 30 años después nada de esto se había hecho aún. Ahora (2023) ya hay actividades que, ojalá, tengan futuro fructífero no muy lejano.
- Traslado a Murcia de la Delegación de Tabacalera.
- Traslado a Murcia de la delegación de Correos y su gestión comercial.
- Traslado a Murcia de los servicios del puerto y aduanas del Puerto de Cartagena. ¿Aduanas a 50 kilómetros del puerto? Only in Murcia.
- Traslado a Murcia de los servicios de Telefónica.
- Traslado a Murcia de la terminal ferroviaria de contenedores.
- Traslado a Murcia de los servicios de defensa.
- Traslado a Murcia de la delegación de distribución de prensa.
- Traslado a Murcia de la Delegación del Centro Farmacéutico de Cartagena.
- Pérdida del Aula de Magisterio.
- Pérdida de la Escuela Regional de Hostelería.
- Construcción en 1998 del Auditorio y Palacio Congresos de Murcia íntegramente con fondos regionales. El Palacio de Congresos de Cartagena se construyó 12 años después con fondos exclusivamente locales.
- Construcción en 1994 del Palacio de Deportes de Murcia también con fondos regionales. El de Cartagena, esta vez sí con financiación del gobierno regional, se inauguró con muchas dificultades y deficiencias iniciales y por la determinación del alcalde Pepe López, de MC.
- Paralización de la ampliación de los juzgados y desarrollo de la Ciudad de la Justicia de Murcia.
- Paralización de la ampliación del FEVE a Cabo de Palos y el Mar Menor.
- Desvío de la autovía del Mediterráneo por Murcia y el interior de la región, evitando su paso por el litoral mediterráneo, Cartagena y su comarca.
Administración de las gaviotas o charranes (1995-….)
- Pérdida de Parque Tecnológico, trasladándolo a Fuente Álamo e incumpliendo su aprobación por la Asamblea Regional para Cartagena.
- Mantenimiento de una única comisaría de Policía Nacional -con una de las mayores listas de espera de España- frente a la tercera comisaría inaugurada en Murcia capital.
- Traslado a Murcia del Instituto Anatómico Forense.
- Supresión del Departamento Marítimo del Mediterráneo, del que Cartagena era su capital.
- Traslado de la Delegación Provincial de Cultura desde Cartagena a Murcia.
- Cierre de la cárcel de San Antón, y traslado de las infraestructuras y servicios carcelarios a Murcia, acabando con una tradición muy antigua, ligada a la historia militar de la ciudad.
- División de la comarca histórica del Campo de Cartagena, con la creación de la imaginaria comarca del Mar Menor. (Divide y vencerás)
- Construcción de un nuevo recinto ferial en Murcia para competir con el actual Recinto Ferial Regional IFEPA de Torre Pacheco.
- Pérdida del Foro Euromediterráneo.
- Agresiones culturales a Cartagena través de libros de texto oficiales. (1) Esto del adoctrinamiento requiere una entra aparte en el futuro.

- Traslado del consulado francés a Murcia.
- Incumplimiento de la ley 5/1998 de creación de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT), por la que todos los centros de enseñanza universitaria de Cartagena adscritos a la Universidad de Murcia estarían adscritos a la nueva UPCT.
- Cierre del Centro Histórico•Fotográfico de la Región de Murcia (Cehiform), situado en Cartagena y traslado a Murcia. Los fondos documentales más importantes proceden de colecciones de Cartagena, con 20.000 fotografías, frente a las 13.000 restantes que son del resto de la Región.
- Traslado del Aeropuerto de San Javier a Corvera, en el municipio de Murcia. Así, el Campo de Cartagena perdió esta infraestructura y los puestos de trabajo asociados.
- Décadas de retraso en la descontaminación de la bahía de Portmán y la Sierra Minera de Cartagena y La Unión.
- Supresión de algunos servicios ferroviarios con Madrid y Barcelona y traslado a Lorca del servicio Cartagena-Montpelier, sin servicio de cercanías entre Murcia y Cartagena y con una red obsoleta sin electrificar.
- Boicot por parte de la UMU para la implantación de la UCAM con Medicina en Cartagena y beneplácito cuando quiso instalarse en Murcia.
- El área de salud de Cartagena, con 2,2 camas por cada mil habitantes, siendo la media regional de 3,15 camas, ve como la Consejería de Sanidad cierra el Hospital Naval, y luego el Hospital del Rosell. Única ciudad con el cierre de dos hospitales. Este cierre no fue definitivo por la respuesta popular y quedó a medio gas para poner tiritas y poco más. Pero no se puede decir que esté cerrado.
- Traslado a Murcia de la carrera Solar Race, cuya sede desde su creación ha sido el Circuito de Cartagena al tratarse de una carrera con prototipos fabricados por ingenieros de la UPCT. Inexistencia de ayudas regionales a este circuito por no estar en la capital.
- Jefatura de Tráfico traslada a Murcia la gestión de trámites administrativos.
- El tercer Juzgado de lo Mercantil a crear en la Región estaba comprometido con la Ciudad de Cartagena y solicitado por unanimidad del Pleno de la Asamblea Regional, pero se va a Murcia.
- El Corredor Mediterráneo no pasará por Cartagena. Es decir, la ciudad con uno de los puertos más importantes de Europa, se verá aislada de la principal vía de comunicación en favor de Murcia, localidad que no es costera ni portuaria.

Podríamos seguir con el Mar Menor, la cueva Victoria, el monte Miral, las Torres Vigías, los molinos de viento, pero ¿para qué? Todo eso cuesta dinero. Y esos recursos los necesitan en la ciudad de Murcia.
¿Murciano yo? No, gracias.
Cartagenero, español y punto.