Poco se sabe, o al menos poco sé yo y poco he podido encontrar de «Pinares», un cartagenero, natural o residente, de antes… de «muy antes».
Le llamaban «Pinares» porque trabajaba para el Hospital de Los Pinos, o Santo Hospital de Caridad, institución benéfica creada en 1693 por el soldado de galeras Francisco García Roldán.
Aquella institución llegó a tener en su momento su propio coche fúnebre, al que los cartageneros llamaban «La Pepa», y ese coche tenía su propio conductor, nuestro protagonista de hoy «Pinares».

Quizá fue uno o quizá fueron varios y todos ellos mantuvieron el apodo por la institución a la que servían. Dicen que tenía aspecto tétrico y lúgubre, pero claro, con esa profesión, puede que el aspecto se lo atribuyeran más que otra cosa. Todo queda en quizá, quizá, quizá…