En Cartagena estuvo el convento de San Francisco de Asís y tenía un huerto. Aquel huerto unía la calle del Caballero con el interior de la ciudad, que estaba amurallado, y lo utilizaba la población para entrar y salir y comunicarse con los campos externos. Los frailes cerraban a veces, por razones de seguridad, aquellas puertas, y lógicamente, la que más se cerraba era la que daba al campo, o sea la Puerta del Campo.
Cuando años después se demolió el convento y el huerto, aquella servidumbre de paso se convirtió en una calle y pasó a llamarse eso… la Calle del Campo.
Se llamó un tiempo calle de González Tablas, un militar navarro, pero los cartageneros, erre que erre, siguieron llamándola calle del Campo. No sé cuándo se produjo la metamorfosis y pasó al plural de Calle Campos.
Sí sé que hubo allí un edificio muy famoso en nuestra ciudad, llamado La Tercena, que fue demolido en los años 40 y en el solar que quedó y se llamó Plaza de Campos se instalaba el cine de verano Marisol y posteriormente en dicho solar se edificaron los locales destinados al Banco de España y Hacienda Nacional. El primero se lo llevaron a Murcia y a cambio nos dejaron la Hacienda Autonómica. En 1950 se construyó el Kiosco Fénix, una institución ya en Cartagena, y ojalá que dure mucho tiempo.
Fotografié la calle Campos, desde la esquina de la calle San Francisco en 1990, 2004 y 2013 y aquí puede verse el cambio.
La verdad es que el camión de la Pepsi estorbaba un poco pero yo llevaba prisa y él no. Ya la renovaré otro día, no será difícil. Si somos capaces de ponerle puertas al campo, podemos cualquier cosa.
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