El futuro del FC Cartagena parece ir aclarándose, aunque todavía no esté cerrado el último capítulo del culebrón.
Si finalmente la operación es fructífera y el Efesé salva sus huesos, alabado sea Dios. Pero como siempre hay que ponerle peros a la cosa, hay a quienes no les gusta que sea un empresario murciano el nuevo dueño del primer equipo de la ciudad.
Somos muy tiquismiquis (o pijoteros) por aquí y nos encanta buscarle tres pies al gato. Los mismos que luego se tirarían de los pelos si el equipo desapareciese.
Aunque, haciendo de abogado del diablo, una chispitica de razón tampoco les falta. Últimamente siempre han de ser venidos de fuera lo que pongan las perras para mantener el fútbol a flote. ¿Cuándo habrá algún empresario local que ponga -de verdad- lo que haga falta para que nuestro equipo esté donde se merece por historia y nivel de ciudad? ¿Cuándo podremos brindar con un buen asiático?
Mientras tanto, nos tomaremos un Belmonte. Y agradecidos.