Llevaba el Efesé una mala racha que era ya excesiva incluso para nosotros, que le disputamos el título de «El Pupas» al Atlético de Madrid, y con serias opciones de arrebatárselo.
Pero mire usté por dónde que había que ir a Jaén, a prensar olivas, y allí en la almazara, donde tan fácil es resbalar con el oro líquido, se nos ha aparecido la virgen y nos hemos traído los tres puntos que pueden ser, casi, casi, casi… los de la salvación.
Hemos venido con las ánforas llenas de aceite, de ese «caro y güeno», del que nos recomienda cada día Karlos Arguiñano. No sé si será Cornicabra, Picual, Arbequina o vaya usté a saber el tipo, pero seguro que es aceite de oliva virgen extra de primera prensada en frío. El que necesitábamos para bajar el colesterol malo del descenso y subir el colesterol bueno de la permanencia. Ha merecido la pena ir a Jaén, a la almazara, y prensar la oliva in situ.
Ya solo falta un partido en casa, contra La Roda, con permiso de los huelguistas futboleros, claro. Pero como la huelga vaya adelante, ya veremos lo que te Rodaré, morena.