Las fotos hechas con el móvil no son las más deseables, tanto por la calidad como por el formato, pero hay ocasiones que no hay que dejar escapar.
Iba con mi mujer por la calle Tierno Galván, en Cartagena, y lo vi allá al fondo, recortándose contra el cielo temprano, y me sentí Don Quijote ante un gigante.
Tampoco es un molino propio de La Mancha, sino uno típico del campo de Cartagena, especie singular y única en España. Dicen que lo más parecido se encuentra en la isla griega de Mikonos, no sé si será verdad.
El caso es que por unos momentos me volví el caballero de la triste figura, pero no lanza en ristre, sino con móvil.