CARTAGENHABLA
Cuando escribí mi primer libro sobre el habla de los cartageneros, decía en él que podría (¡horror! ) sacar un segundo.
Aquella amenaza, que era una simple broma, con el tiempo se ha convertido en realidad. Pero no ha sido por maldad, sino como como algo necesario.
Quedé más o menos satisfecho en cuanto a la cantidad de vocablos típicos cartageneros recogidos en el libro, pero… Pronto empezaron los cartageneros bordesicos a decirme “t’as dejao esto”, “se t’a olvidao aquello”… Y era verdad.
Me puse a recoger esos olvidos y lo que ocurrió fue que, revisando ahora ya a fondo, para evitar que viniese un malafollá a sacarme los colores, fueron surgiendo palabras icues que, de tan olvidadas y lejanas que estaban, ni yo mismo conocía.
Este libro tiene una diferencia con respecto al anterior y es que, aunque todavía aparecen palabras de uso común en la ciudad trimilenaria y su campo, son menos que en el primero. Y. sin embargo, aparecen más de esas “raras” que uno se pregunta “¿pero esto qué es?”.
Puedo prometer y prometo que no me he inventado ninguna. Y puedo confesar y confieso que, si bien, lo que aparecía en el primer libro me lo sabía casi de memoria, lo de este he de consultarlo para poder hablar de él.
Ahora que, si nos ponemos a leerlas y utilizarlas de nuevo, a lo mejor conseguimos resucitarlas. ¿Que no? Sujétame el cubata.

En esta ocasión, el libro no estará en librerías, sólo en Amazon.
Aquí os dejo el enlace por si alguien quiere verlo (y si lo compra, mejor)
¿Y por qué no en una editorial?
Mi experiencia no ha sido positiva con las editoriales en el primer libro y, al hacer el segundo, después de varias tentativas, me decidí por hacerlo con Amazon, que tiene sus ventajas y sus inconvenientes, como es natural. Pero, para mí, las ventajas eran mayores. Del primero, por ejemplo, ni siquiera sé cuántos se han vendido ni he visto un euro por ellos.
¿Habrá más libros?
Seguramente sí, estoy escribiendo un tercero, aunque ya no será sobre el habla de Cartagena, pero sí sobre mi ciudad. Como eso será dentro de un tiempo, quizás se me haya pasado el cabreo y vuelva a alguna editorial. Ya veremos.