No sé cuántas remodelaciones lleva la Serreta, ya perdí la cuenta. Para mí, es como la cara de Belén Esteban, cuanto más la tocan menos me gusta.
En realidad es una calle y una plaza juntas, ambas con el mismo nombre y, la verdad, ¿para qué complicarlo? los cartageneros llamamos La Serreta al conjunto, además de que es muy difícil discernir dónde empieza una y dónde termina la otra.
La plaza de la Serreta, que empieza donde termina la calle de la Caridad, se llamó antes Plaza de los Carreteros, Plaza de la Fuente de la Serreta (porque había una fuente, claro), Plaza de La Serreta, Plaza del General Cabanellas, Plaza de Antonio García Fuentes, Plaza del General Cabanellas (otra vez) y, otra vez, por fin, y esperemos que para siempre, Plaza de la Serreta.
Y lo que es la calle de la Serreta en sí no ha tenido tantos cambios. Además de llamarse Serreta, el Ayuntamiento intentó, a principios del siglo XX, que se llamase Camilo Pérez Lurbe, pero tuvo poco éxito y volvió a llamarse Serreta. Eso en cuanto a nombres oficiales. Sin embargo, en cuanto a nombres populares, también ha tenido otros. Por ejemplo, durante un tiempo, la gente la llamaba “Paseo de Odesa”, dicen que por la afición a todo lo ruso que hubo durante la guerra civil, época en la que la gente se paseaba mucho por allí, por la cercanía de los refugios de la calle Gisbert en caso de ataque aéreo.
Y otro nombre con que la gente la conoció durante mucho tiempo, con el amor a lo absurdo típico de los cartageneros, fue “Puerta de la Serreta”. Absurdo porque en la muralla que rodeaba la ciudad, y que dejaba aquella zona fuera en épocas anteriores, antes de su derribo, nunca hubo una puerta.
En las fotos que voy tomando cada cierto tiempo no aprecio la mejora que me gustaría. Ojalá que alguna vez se note esos cambios para bueno. Aunque sea en La Serreta 10.2