Una jícara, vaya por delante, es una vasija pequeña, generalmente de loza, según nos explica la RAE. Y, además, suele emplearse para tomar chocolate, en estado líquido, claro, habría que añadir.
Es una especie de chocolatera, más o menos equivalente a la cafetera o a la tetera.
Sin embargo por alguna extraña razón, que no alcanzo a comprender ni he podido localizar, en Cartagena se transforma en un trozo de chocolate, en estado sólido.

Esas deliciosas pastillas del cacao elemento en sus múltiples variedades (puro, con leche, con almendras, avellanas, sal, frutas, y un etcétera infinito) , vienen ya predivididas en porciones que, al menos antes, se llamaban onzas,
Pues, repito, en Cartagena, un trozo de esa pastilla, comprendiera una o más onzas, era una jícara.
Bien es verdad que ya no se le oye a casi nadie y es otro localismo que va camino del cementerio de la globalización.