Cartagena, en casa de herrero submarino de palo

En Cartagena nació el inventor del submarino, en Cartagena se construyen todos los submarinos españoles, y en Cartagena está, ahora bajo techo, el primer submarino  del mundo, el de Isaac Peral, que es símbolo no oficial de la ciudad. Este ingenio, que revolucionó la forma de explorar el mar, fue diseñado no solo con el objetivo de la guerra, sino también para permitir una nueva era de exploración subacuática. El primer submarino que pueda llamarse así, claro, porque hubo otros intentos anteriores pero que no llegaron a la funcionalidad requerida. Es algo que sabe casi todo el mundo. Pero parece que a los cartageneros el ingenio y la visión de futuro se nos quedaron estancadas en algún momento de la historia. Entre 1973 y 1975 se botaron en la Empresa Nacional Bazán de Cartagena los cuatro submarinos de la clase Daphne de la Armada Española: S-61 “Delfín”, S-62 “Tonina”, S-63 “Marsopa” y S-64 “Narval”. El Delfín y el Narval fueron dados de baja en 2003, el Tonina fue baja en 2005 y el Marsopa en 2006. Posteriormente, el Narval fue desguazado, un proceso que simbolizó el final de una era para las embarcaciones que habían servido con lealtad. En cambio, el Tonina y el Marsopa están a la espera de destino, uno en seco y el otro a flote, lo que refleja el destino incierto de muchos submarinos de esa época. Mientras que el Delfín es el que ha corrido, hasta ahora, mejor suerte, siendo preservado como un monumento histórico, lo que permite a las nuevas generaciones aprender sobre la rica historia de la ingeniería naval en Cartagena y apreciar la evolución de la tecnología submarina.

El Delfín, museo flotante en Torrevieja

S-61-Delfin-01

El Ayuntamiento de Torrevieja adquirió el Delfín y, desde el 8 de Mayo de 2004, está siendo visitado por turistas y curiosos, en visitas guiadas, al módico precio de 2 euros. Hasta hace unos meses, había recibido ya más de un millón y medio de visitantes, lo que da una cifra respetable de ingresos económicos para las arcas torrevejenses. El éxito ha animado a incorporar otros buques al museo flotante y ya están el patrullero “Albatros”, un velero que está en fase de acondicionamiento, y otros accesorios como torpedos, etc.

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