Los gatos tienen fama de ladrones, astutos, pillos, traidores, pícaros… el adjetivo, más o menos duro depende del grado de simpatía/antipatía que se les tenga.
La expresión hacer o hacerse el gato, por lo que sé, se usa en Andalucía para referirse a los jornaleros que recogen la aceituna y que utilizan algún ardid para pasar a los olivos que están en mejores condiciones, dejando los peores a otros trabajadores menos avispados.
Aquí, en Cartagena, se utiliza para referirse más concretamente al ladronzuelo, al descuidero, que aprovecha la oportunidad para hacerse con lo ajeno, y siempre con sigilio, rapidez y astucia, como un gato.
