En las costas de Cartagena –que no de Murcia, porque la ciudad vecina no tiene mar cercano– está la Cala del Reventón.
Cae, desde la ciudad trimilenaria, en dirección este, hacia Cabo de Palos, un poco antes de llegar a la Cala del Muerto, nombre que parece sacado de una novela de Robert Louis Stevenson.

Y de eso iba esta pequeña pincelada cartagenera, de nombres. ¿Por qué Cala del Reventón? ¿Reventó allí algo o alguien?
Pues reventar, reventar, parece que no. O sí, metafóricamente. Según creen algunos especialistas en la materia, el nombre viene de la tercera acepción de la palabra «reventón» que tiene la RAE. Una acepción ya casi en desuso y que, seguramente, terminará desapareciendo.
Dice esa tercera acepción que es «Cuesta muy pendiente y dificultosa de subir». Y a esta cala solamente se puede acceder por mar, debido a lo abrupto del terreno.

Relativamente cerca, y en dirección a Cartagena hay otra calita pequeña, de la que es más fácil imaginar su etimología. Se llama Sinbikini.